En la batalla por atraer y retener al mejor talento, muchas empresas invierten grandes sumas en marketing y publicidad. Sin embargo, a menudo pasan por alto a su fuerza de ventas más poderosa y creíble: sus propios empleados.

El Employer Branding no es un logo bonito en la sección "Trabaja con nosotros" de tu web. Es un concepto mucho más profundo y orgánico. Es la suma de cada experiencia que un profesional, ya sea candidato, empleado o exempleado, tiene con tu marca.

La verdadera voz de tu marca empleadora

Tu reputación como empleador no la define tu eslogan, sino las conversaciones que ocurren lejos de tu control:

  • Lo que un candidato le cuenta a su pareja después de una entrevista contigo.
  • Lo que un empleado comparte con orgullo en su perfil de LinkedIn sobre un proyecto.
  • La valoración (brutalmente honesta) que un exempleado deja sobre tu empresa en Glassdoor.
Tu marca empleadora es lo que dicen de ti cuando no estás en la habitación.

Se construye con acciones, no con eslóganes

Si quieres construir un Employer Branding sólido, olvídate de las campañas de marketing y céntrate en la experiencia real que ofreces. La reputación se construye con acciones consistentes, no con palabras vacías:

  • Procesos de selección respetuosos y transparentes, incluso con los candidatos que no son seleccionados.
  • Procesos de onboarding que integran de verdad a la persona en la cultura, y no se limitan a "informar" sobre procedimientos.
  • Líderes que dan feedback real, que se preocupan por el desarrollo de su gente y que ayudan a crecer.
  • Una cultura que se vive en las decisiones del día a día, no una que simplemente está escrita en la pared de la oficina.

Invertir en tu Employer Branding es invertir en un imán de talento que trabaja para ti 24/7. Es crear un ejército de embajadores que, de forma natural y creíble, atraerán a otros profesionales excelentes a tu organización.